5.10.07

Para fideos y fideos

Iba caminando la pequeña lunita, a sus (ponele) 19 añitos.
Salió de casa a las 13hs para tomar el tren a liniers y de allí un bondi por general paz hasta Devoto. Directo a un colegio en el que solía dar algo parecido a clases (¿qué se sabe a los 19 años?).
Luego de dos cuadras, llegando a la esquina se le cruza una viejita que venia leeeeento, y detrás un hombre gordo, con paso decidido.
La pequeña lunita venía toda maquilladita y bien vestidita (¿cómo vas a engañar a pibes de 15 años, sino?), y bien en su mundo, cuando el gordo la observa y se detiene y la aborda.
Entonces se produce la siguiente secuencia:
Hombre gordo, pero no sospechoso- Disculpame, ¿sabés donde queda la comisaría?
Pequeña lunita: -eehh... a ver, a dos cuadras. Ah, no... a tres. Creo. O sea, hacés dos derecho por ahí y doblás a la izquierda. Ahí está (lunita se siente una ciudadana de mundo Ramos Mejía)
Hombre gordo le responde: -Bueno, en realidad yo quiero saber dónde queda la comisaría (y baja la voz) porque nos acabamos de afanar un auto acá a la vuelta y vamos para el otro lado.
Pequeña lunita no entiende si la quieren hacer cómplice o qué, pero todavía no cae...
Hombre gordo que no recibe respuesta de lunita, insiste: - O sea, es más... tengo un chumbo acá (hombre gordo tiene su mano en el bolsillo de la campera y parece que tuviera un arma). Así que rapidito y calladita me das toda la guita que tenés.
Pequeña lunita reacciona como puede... piensa que con el par de tacos que se puso no le va a dar para correr una cuadra hasta la remisería donde seguramente, remiseros superhéroes la protegerán: -sí sí, acá tengo...
Y busca en la cartera. Le da $10 pesos al hombre gordo.
Hombre gordo mira con desprecio: -¿esto nada más???
Lunita pensó que ahí la hacía boleta, hasta que por fin recordó que tenía más plata en un bolsillo: - ¡¡¡no no, tengo más, tengo más!!! Ahí busco....
El hombre gordo respiró como con alivio: -Dale dale. Vos tranquila, ¿eh? como si fueramos amigos...
Finalmente ¡pequeña lunita encuentra más plata! ¡Y le da los otros $10!!
Hombre gordo reacciona: -Nena, ¡¡¿¿¿vos me estás gastando???!!
(la historia termina bien, pero ya se pone aburrida)
Dos notas mentales: la próxima, me traigo la chequera(¿???). Dos: como dice fideos, $20 ¡¡¡es un montón de guita!!!
Y ya basta con estos post pedorros de inseguridad, la re put....%$#&%"$%"#!!!

4 Comments:

At 5/10/07 18:53, Blogger rck Si tenés algo que decir...

A los 19 años cuanta guita esperaba que tuvieras en el bolsillo?? A mi una vez me quisieron robar y no tenía ni 10 centavos, se fue re decepcionado pobre, jajaja.

 
At 7/10/07 02:14, Blogger Atónn Si tenés algo que decir...

Siempre es lo mismo. Cuando te dicen con un protocolo rudo que no permite evasión ¿Te puedo hacer una pregunta? Si te parás, cagaste. Que le pregunte al quiosquero. Yo soy turcomano, medio sordo y rápido para caminar. Si quieren la hora, con suerte les respondo caminando y siempre que sea lo que digan de primera.
En general uno –cualquiera- tiene esa especie de vista periférica que te “avisa” que la persona en cuestión ya te venía fichando desde hace 15 metros adelante. En calles –veredas- vacías, cruzar enfrente.

Un amigo mío está todavía más avispado a fuerza de experiencia. De ser asaltado, bah. Un individuo de aspecto delator, desde el otro lado de la calle lo fichó y a los gritos comenzó con la consabida –che flaco, ¿te puedo hacer una pregunta?- (esta gente siempre te trata con una confianza de alcantarilla) y ahí nomás se lanzó para cruzar hacia lo de mi amigo. Este, conociendo ya toda la película le gritó mientras con la mano le gesticulaba: Pará pibe, pará, quedate ahí donde estás… (estando ya preparado para rajar). Hizo una segunda intentona para recibir igual reparo. Descubierto en su artimaña rutinaria, jamás penalizada y “es tu palabra contra la mía”, el todavía practicante procedió a hacer una pregunta de lo más boluda e insólita y siguió su rumbo, seguramente para pedir cortesía a alguien menos joven y despierto. La calle está llena de gente para robar.

Me consta que hay lugares del Gran Buenos Aires donde ni siquiera hay una pregunta de por medio: en cuanto te ven “foráneo” (que no sos del barrio, es decir) entran a correr hacia vos como endiablados, obviamente ordenándote malevamente que te frenes. Es que en tierras liberadas ni siquiera hace falta el disimulo. Ja.

Por supuesto que hay mil variantes que no son de mano armada; cuentos del tío mil.

Saludos desde distancia segura.

Atónn

 
At 8/10/07 18:08, Anonymous Anónimo Si tenés algo que decir...

la ùltima vez que la robaron a mi novia (ex) el padre lo fue a buscar con un fierro. la ùltima vez que afanaron y etc. a la hermanita de un amigo, nos metieron a todos en un auto,y fuimos a patotear gente en la calle. en esa època la calle estaba liberada, y tambièn habían patrullas vecinales (patrullas del oso, les decìamos). tendrìa unos 18 años...

 
At 8/10/07 18:08, Anonymous Anónimo Si tenés algo que decir...

la ùltima vez que la robaron a mi novia (ex) el padre lo fue a buscar con un fierro. la ùltima vez que afanaron y etc. a la hermanita de un amigo, nos metieron a todos en un auto,y fuimos a patotear gente en la calle. en esa època la calle estaba liberada, y tambièn habían patrullas vecinales (patrullas del oso, les decìamos). tendrìa unos 18 años...

 

Publicar un comentario

<< Home