Work in progressssss?

Ella se levanta temprano. Mates y libros. Sube a la terraza y toma sol. Al día siguiente va a ser igual pero no toma sol sino que va al gym. Al día siguiente va a ser igual pero no va al gym sino que toma sol. Y así. Todos los días, pero casi al mediodía, sale rumbo a su trabajo. Chequea mails y postea. Y también trabaja. Por fin consiguió aprender algo interesante en ese lugar. A la tarde sale de su trabajo y se va al otro trabajo. En este lugar sólo sonríe y seduce. Y vende e invita. Llega a su casa tarde y cansada. Se prepara una sopa o un te. Se acuesta con un libro y se duerme con los anteojos puestos. Su celular solo suena como despertador. Se levanta temprano.
Él se levanta como puede. Se toma dos cafias y sale hacia el trabajo. Cuando sale de ahí va directo de regreso a la cama. Necesita recuperar energías de la noche anterior. Se despierta a la misma hora que ella entra al segundo trabajo, y va para el cyber. Chequea mails y postea. Cranea y se distrae. Sale del cyber y regresa a su casa para trabajar en lo suyo. En lo que le gusta. O en lo que proyecta. Siembra y teje a la vez. Cuando oscurece –recordemos que es verano- huye de la pieza. La cama ya no lo invita a quedarse como antes. Un bar de por medio. Gente y más gente, todos con sus pies y cabezas puestas en la misma dirección. O, al menos, en el mismo lugar. A la hora en que él le agarra el gusto a la noche, ella se acuesta a dormir. Llega a casa roto, a veces contento a veces sólo. Se arroja entre las sábanas, y se toma dos cafias. Y se levanta como puede.
A veces van a los mismos bares, pero en horas distintas. A veces van al teatro, pero a obras diferentes. La ciudad no es tan grande y la gente es siempre la misma. Pero ellos no se cruzan.