Dormir contigo es estar solo dos veces
Comenzó la reconciliación.
No puedo decir que Quinto me sorprendió. Pero creo que yo sí los sorprendí a ellos. Nos encontramos temprano, a las 7.30 de la mañana. Esa hora en la que no querés saber nada con la vida (menos si dormiste tres horas porque te quedaste hasta tarde preparando la clase). Esa hora en la que recién empezás un día largo, después de una semana agotadora, con ganas de relajar de una puta vez y sabiendo que tu semana termina hoy, jueves, y vuelve a empezar el sábado. No, de repente no tenés mucho tiempo. Igual extrañaba eso.
Nos encontramos temprano, decía. Y arrancamos nomás. Les dije que estuve pensando sus planteos de la última conversación. Que me tomé la semana para pensar. Que me tomé un tiempo. Y decidí volver a intentarlo, aunque no sepa bien por qué. Entonces propuse una nueva estrategia y les dije que si funcionábamos, seguíamos por ahí.
Nos encontramos temprano, decía. Y arrancamos nomás. Les dije que estuve pensando sus planteos de la última conversación. Que me tomé la semana para pensar. Que me tomé un tiempo. Y decidí volver a intentarlo, aunque no sepa bien por qué. Entonces propuse una nueva estrategia y les dije que si funcionábamos, seguíamos por ahí.
Desde mi punto de vista la clase fue muy básica. Leímos el texto, un capítulo por grupo. Deconstruimos el artículo y lo volvimos a construir. Y el tema quedó clarísimo. Y se engancharon, y entendieron. Y el texto daba pie a los temas de la semana próxima.
Algo me dice que empezamos un nuevo buen camino. Creo que uno va ganando el respeto del otro de a poquito, probando que algo sabe, y que algo le importa. Pero me quedé pensando por qué todavía yo no engancho. Hoy fui a clase como cuando de chica me mandaban a la escuela de estética. No me gustaba levantarme temprano. No me gustaba ir. Pero al final, cuando llegaba, no la pasaba tan mal.
Algo me dice que empezamos un nuevo buen camino. Creo que uno va ganando el respeto del otro de a poquito, probando que algo sabe, y que algo le importa. Pero me quedé pensando por qué todavía yo no engancho. Hoy fui a clase como cuando de chica me mandaban a la escuela de estética. No me gustaba levantarme temprano. No me gustaba ir. Pero al final, cuando llegaba, no la pasaba tan mal.
No se.... este noviazgo no me cierra... Por ahora, todos los jueves son un poco martes y treces. Aunque la satisfacción por la dinámica de la clase de hoy no se me quite tan fácil... Supongo que por eso, y por razones muy íntimas, sigo en la ruta.
6 Comments:
no mientas...seguro fuiste en tanga como te dije!!!
eso es actitud!!!
noooooooooooo!! en tanga iría a ver a Cuarto!! En quinto debe haber cinco varones nomás... Lesbiana todavía no.
Bueno... tal vez con quinto tenes que laburar un poco más... pero la satisfacción va a ser mayor! igual no descuides a cuarto, el espacio que les das de libertad, hubiera estado bueno que lo tuvieramos en esas aulas... o que lo aprovecharamos... hubiéramos ganado un par de añitos, no?
jejeje, dale tiempo, no es facil, no congenias con uno sino con treinta masomenos...
Paso a paso me dijo mi maestro el otro día... aunque me cueste también lo intento... tiempo nos sobra si lo sabemos aprovechar... las oportunidades estan... besos
No sabía absolutamente nada lo de las clases, Luna!
Bueno, eso no importa, lo que interesa es esta buena nueva y que me parece bárrrrrrbaro.
Voy adentrarme en el tema un poco y pasaré a comentar tanto más.
De todas maneras, lo mejor Luna y estaremos al habla siempre.
Siempre un servidor.
Abrazo de oso
gracias campi!!! qué bueno que lo veo por aquí... no querrá una tacita de café? :)
abrazo de oso (back)
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