Vos sabés que yo no se cuidarte de mi amor
Tarde o temprano se rompe el hechizo, ¿no?
El psicólogo dice que soy una romántica. Todos los que me conocen algo dicen que peco de romántica. Es decir... ser un romántico hoy es una reverenda-cagada.
Y como suele suceder, te das de palos contra la pared cual mosquita (porque ni siquiera la podés ir de mosca).
Cuarto y yo tuvimos nuestra primera pelea. No fue algo terrible. Pero fue dificil. Parece ese principio del fin. No. No es para tanto. Pero...
Algo cambió. No se si ellos o yo. No se si ellos eran así y yo entendí mal. Si me ilusioné, si soñé sola y me perdí. A veces ponés demasiado empeño, demasiada expectativa en el otro. Y te olvidás de que el otro hace apenas lo que puede.
No leyeron a Hobbes. Ni compraron las fotocopias de Hobbes. Ni la guía para leer a Hobbes (cosa que no sirve demasiado sin la fuente, está claro). Con semana santa de por medio, no nos veíamos hace rato. Se olvidaron de mi. O de Hobbes que pareciera ser lo mismo. Soy Hobbes.
Uno prende un celular y dice no haberme oído pedir que lo apague (se lo dije tres veces). Otro no escucha a su compañera. Le marco que ella está hablando y me responde: ¡que hable!. Y era uno de los alumnos en que más fichas tenía...
Te decepcionás. Te tira para abajo. Tenés que remarla. Dormiste cinco horas y te encontrás con el desinterés total. Le ponés onda. Todo el tiempo le ponés onda. No vas en bolas porque la Directora ronda por los pasillos. No llevás monos porque ya terminó la temporada de circo. Pero decís... decís: bueno, esto es lo que elegí. Y esto es lo que quiero. Entonces pensás nuevas formas... Pensás que los textos largos no van con ellos. Pensás que los textos no van con ellos... Pensás que tal vez les da fiaca preparar algo para la clase. Pensás que la próxima trabajás directo ahí, sin tareas. Pensás que la clase dura sólo dos horas. Antes las dos horas no se te pasaban más y ahora no te alcanzan. Porque querés estar ahí. Pero así no... Así te equivocás todo el tiempo. Y se te acaba el argumento. Rayás el sol. Es más fácil llegar al sol que al corazón de Cuarto. Sí, está todo bien. Todos tienen sus días... Me sentí tan mal... De a ratos con cara de orto. De a ratos poniendo límites... No había tenido que ponerles tanto límite antes. Cuesta porque te sentís una bruja. Te sentís un Leviatán. Y después les querés demostrar que lo que vos querés es otra cosa. Que los aceptás. Que los necesitás. Que los querés...
El psicólogo dice que soy una romántica. Todos los que me conocen algo dicen que peco de romántica. Es decir... ser un romántico hoy es una reverenda-cagada.
Y como suele suceder, te das de palos contra la pared cual mosquita (porque ni siquiera la podés ir de mosca).
Cuarto y yo tuvimos nuestra primera pelea. No fue algo terrible. Pero fue dificil. Parece ese principio del fin. No. No es para tanto. Pero...
Algo cambió. No se si ellos o yo. No se si ellos eran así y yo entendí mal. Si me ilusioné, si soñé sola y me perdí. A veces ponés demasiado empeño, demasiada expectativa en el otro. Y te olvidás de que el otro hace apenas lo que puede.
No leyeron a Hobbes. Ni compraron las fotocopias de Hobbes. Ni la guía para leer a Hobbes (cosa que no sirve demasiado sin la fuente, está claro). Con semana santa de por medio, no nos veíamos hace rato. Se olvidaron de mi. O de Hobbes que pareciera ser lo mismo. Soy Hobbes.
Uno prende un celular y dice no haberme oído pedir que lo apague (se lo dije tres veces). Otro no escucha a su compañera. Le marco que ella está hablando y me responde: ¡que hable!. Y era uno de los alumnos en que más fichas tenía...
Te decepcionás. Te tira para abajo. Tenés que remarla. Dormiste cinco horas y te encontrás con el desinterés total. Le ponés onda. Todo el tiempo le ponés onda. No vas en bolas porque la Directora ronda por los pasillos. No llevás monos porque ya terminó la temporada de circo. Pero decís... decís: bueno, esto es lo que elegí. Y esto es lo que quiero. Entonces pensás nuevas formas... Pensás que los textos largos no van con ellos. Pensás que los textos no van con ellos... Pensás que tal vez les da fiaca preparar algo para la clase. Pensás que la próxima trabajás directo ahí, sin tareas. Pensás que la clase dura sólo dos horas. Antes las dos horas no se te pasaban más y ahora no te alcanzan. Porque querés estar ahí. Pero así no... Así te equivocás todo el tiempo. Y se te acaba el argumento. Rayás el sol. Es más fácil llegar al sol que al corazón de Cuarto. Sí, está todo bien. Todos tienen sus días... Me sentí tan mal... De a ratos con cara de orto. De a ratos poniendo límites... No había tenido que ponerles tanto límite antes. Cuesta porque te sentís una bruja. Te sentís un Leviatán. Y después les querés demostrar que lo que vos querés es otra cosa. Que los aceptás. Que los necesitás. Que los querés...
Lo bueno es que crecés. Que del error se aprende algo. Y vos parecés campeona en el error...
Vas a aprender como la concha de la lora, ¿no Lunita? Como siempre, a los golpes.
11 Comments:
...no me afloje mi reina y hágale caso al gaucho...
un buen azote en el momento justo
y sale derecho
quimierda!
y el azote para quién sería...?
...para los pendejos de mierda esos, mi reina, para quién sino!!??
Oops, iba a decir algo, pero me siento invadiendo la privacidad.
Ohh luna, el des-amor es algo terrible...
Mi pibito es un romántico como vos... y dice que yo le hago mal...
Parece que a uds los románticos hay que responderles en verso!
Caracho, nada, igual, de envidia hablo, yo quisiera ser un poco más "naif".
agus: privacidad??? esto es un blog!!!! por diorrrr!!! :)
Sunshine: tu pibito está re loquito!!! y vengo siguiendo tu blog así que lo digo con conocimiento! :)
El verso me lo vengo comiendo hace rato, che... en eso no aprendo... Yo quisiera ser menos naif... ¡¡Intercambiemos poderes!!
funcionará si hacemos la gran frase:
-"Poder de los gemelos fantásticos actiiiiivennnnseeeee, en forma de,,,"
jajajaj nada, es la hora!
P.d: Y dije "EN VERSO" no un verso.
Gracias por seguir el blog!
Agus, interrumpí o no.
Pero no interrumpas diciendo que no querés interrumpir, kerido.
Abrazo...
No dije nada sobre interrumpir o no. De hecho, sí, quería interrumpir. Y lo hice.
Sólo que no quería era invadir privacidad haciendo un comentario al respecto de este post.
...aaaaaahhhhh...
usted no peca de romantica....usted peca de PSICOPATA...por eso la queremos...
maga
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