No robarás

No, el blog no tiene que ser un espacio importante.
No, el blog no tiene que ser un espacio serio.
El blog no tiene que ser el depósito de las esperanzas,
ni de las imágenes que todavía no se fotografiaron,
ni de de las palabras que ya/ya se pronunciaron en el primer mundo,
ni el primer mundo,
ni el segundo y la z
de nadie.

El blog no tiene por qué ser brillante,
ni mediocre.
No tiene por qué ser verde,
ni amarillo.
El blog no tiene por qué ser el juego de llaves,
ni el boleto que perdí esta semana.
El blog no tiene por qué babear
ni gatear,
o mamar,
o engordar,
o desteñirse,
o quebrarse.

No – No
Nanu-nanu
El blog no tiene por qué explicar por qué la gallinita dijo eureka.
Ni porqué a veces, en la encrucijada, no te gusta ninguno de los dos caminos.
No tiene por qué gustarte
el blog.
No tiene por qué ser digno de todos los que lo visitan.
El blog no tiene que contarte una historia que te guste.

Ni una historia nueva.
El blog no siempre te cuenta una historia real
y a veces la realidad no siempre tiene que ser verdadera
así como mis frases no tienen por qué no ser robadas.

El blog, puede durar lo que el llanto del bebé que abortaste.
O puede llorar lo que dura la sangre de una virgen.

El blog puede soñar con la revolución mientras
la humilla.

El blog no tiene por qué contarte buenos chistes.
No tiene que hacerte pasar un mal rato.
No tiene que sacar las uñas.
Ni comerse las migas.
Ni compartir.

Pero a veces pasa,
¿vieron?