Me levanté a las 5 a.m. Este dato es ilustrativo, para que vean lo enferrrma que puedo ser.

Estuve mirando los diarios en internet, seleccionando artículos para laburar con mi novio 4to. La clase de hoy íbamos a introducir dos conceptos para laburar en paralelo (aunque estas paralelas sí se crucen): los conceptos de Capitalismo y Democracia.

Bueno, para empezar, nada mejor que las elecciones del domingo. Habremos tenido unos 40 minutos de debate. Llevé un texto de Feinmann, "recordamos" los cinco años de Darío y Maxi, y el luto del fútbol, ba... de todos, no? Así vive nuestra sociedad, en democracia.

Después, resulta que me compré un librito con técnicas y ejercicios de educación popular. Así que empezamos a hablar de capitalismo y marxismo. Llevé siete copias de una obra de teatro y los siete personajes se pararon sobre sillas en diferentes sectores del aula e interpretaron el texto. Parece que un grupete se apoderó alguna vez del agua, por ejemplo, y bueno... como que el pueblo no tenía forma de adquirir eso sino trabajando para ellos. De ahí los capitalistas y los trabajadores, a los que les pagaban con guita suficiente para comprar solo medio balde de agua. Y así y así. Aparecen los sabios (que salen de las universidades), para justificar las crisis económicas. Aparecen los sacerdotes, para meter un poco de miedo y que el pueblo no les robe a los capitalistas su agua. Y como esto no termina de alcanzar, aparecen las leyes y las tropas (conformadas por gente que era del pueblo pero a la cual los capitalistas les ofrecen más agua para ellos y sus familias y bue... tenían sed...).

Sí, es una simplificación. Sí, todos coincidieron en que el texto coincidía con la realidad. Sí, los chicanié porque cómo podía ser que no cuestionaran el texto y creyeran así como así que lo que yo les decía era la verdad.

Pero la pasamos muy bien... como todo noviazgo, supongo que tendremos nuestros días difíciles y otros como estos en los que nos alimentamos con ese nosequé que tiene el otro. No te quedarías si no la pasaras bien. Y hoy me fui con una sonrisa blanca. Que es la mejor prueba de que vale el esfuerzo.

PD: cuando salí de casa, en la mañana, había un patrullero plantadito en la esquina. Agaché la cabeza y caminé. Y caminé. Y pensé en cómo carajo encarar hoy los temas democracia y capitalismo. Y seguí caminando.