Wellcome back
Ves pasar al que te deja en Miserere pero estás a dos cuadras de la estación.
Te resignás.
Perder el local es como ver pasar una oportunidad e invitarla a desaparecer.
Ahora vas a viajar apretadísima. No podés esperar otra historia a las 9 a.m.
La lógica te pica y pensás que tal vez no. Tal vez el que sale de Moreno lo hace a la misma hora que el local de Castelar, o incluso antes. Y entonces partirá completo pero atraviesa estaciones ya vacías.
Luego recordás que tu lógica nunca funciona y que tendés a imaginar situaciones que nunca suceden y que siempre perdés y para qué, qué más vas a inventar ahora... Si siempre perdés.
A los pocos minutos ves llegar desde el andén al tren siguiente. Viene a los tumbos y parece que no para.
Tus sentidos te engañan porque de alguna manera se las ingenia para detenerse pero notás que no viene tan lleno. Aire. Mucho aire corre entre la gente y los pasillos del Sarmiento.
Subís capeando a los transeuntes. Te acomodás torpemente frente a un asiento individual ocupado por un viejo y te hacés lugar empujando al tipo que lee el diario a tu lado.
Buscás los anteojos y mientras sacás un libro pisás al viejo del asiento individual. Le hacés gesto de disculpas con tus manos y tu mirada. El viejo devuelve un todo bien con la nariz.
El tren se tambalea y tal vez tu puteada en forma de susurro retumba en los oídos de algún viajante. Justo cuando ubicás la bolsa entre las piernas y te disponés a leer, recibís dos pataditas en la bota izquierda.
Alzás la vista y el viejo se levanta como haciéndote una caricia. Hacés el gesto de “sí, me cuesta el equilibrio en este tren de mierda pero puedo”.
Igual el viejo sigue su camino hacia la puerta y lo ves bajar en Ciudadela,
Te resignás.
Perder el local es como ver pasar una oportunidad e invitarla a desaparecer.
Ahora vas a viajar apretadísima. No podés esperar otra historia a las 9 a.m.
La lógica te pica y pensás que tal vez no. Tal vez el que sale de Moreno lo hace a la misma hora que el local de Castelar, o incluso antes. Y entonces partirá completo pero atraviesa estaciones ya vacías.
Luego recordás que tu lógica nunca funciona y que tendés a imaginar situaciones que nunca suceden y que siempre perdés y para qué, qué más vas a inventar ahora... Si siempre perdés.
A los pocos minutos ves llegar desde el andén al tren siguiente. Viene a los tumbos y parece que no para.
Tus sentidos te engañan porque de alguna manera se las ingenia para detenerse pero notás que no viene tan lleno. Aire. Mucho aire corre entre la gente y los pasillos del Sarmiento.
Subís capeando a los transeuntes. Te acomodás torpemente frente a un asiento individual ocupado por un viejo y te hacés lugar empujando al tipo que lee el diario a tu lado.
Buscás los anteojos y mientras sacás un libro pisás al viejo del asiento individual. Le hacés gesto de disculpas con tus manos y tu mirada. El viejo devuelve un todo bien con la nariz.
El tren se tambalea y tal vez tu puteada en forma de susurro retumba en los oídos de algún viajante. Justo cuando ubicás la bolsa entre las piernas y te disponés a leer, recibís dos pataditas en la bota izquierda.
Alzás la vista y el viejo se levanta como haciéndote una caricia. Hacés el gesto de “sí, me cuesta el equilibrio en este tren de mierda pero puedo”.
Igual el viejo sigue su camino hacia la puerta y lo ves bajar en Ciudadela,
ya desde tu nueva ubicación,
en su asiento individual.
9 Comments:
No tomo el Sarmiento desde una época en la que nadie te imaginaba siquiera Lunita. Iba a la casa de mis abuelos en Libertad, bajandome en SAn Antonio de Padua
Despues la vida me llevó al Mitre, y ahora al medio del campo donde los trenes son de carga y pasan de vez en cuando
y adónde lo dejarán sus nietos, para visitarlo a usted?
No voy a tener nietos. Tengo 50 fumo como un sapo y mis hijos tienen 4 y 5 y1/2 años....
pero cheeeee, a mi (que se todo y por eso no entiendo nada) no me corra con cosas que no sabeeeeeeeeee
PD: y no se le ocurra venirse a mi blog fumando!!! (fumado sí)
Hola, vi humo y entré.
PD: te sobró una L, shhhhh.
Ah!
¡Pasen, pasen y vean! El asombroso viejo que devuelve un "todo bien" con la nariz.
Tudo bem
Entonces que me planten en un geriatrico Praia Sepultura y vengan a verme
se... el viejo se la re bancó.
Brasil... mientras no le traigan la música de Sepultura para dormirlo... ;)
Que viejo copado!
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